La experiencia de amarnos a
nosotras mismas en una de las más difíciles de vivir, por todas las creencias
que hemos alojado en nuestras mentes y que vivimos diariamente. Lo contrario de
amarnos es odiarnos, y aunque suene fuerte y muy terrible si no nos aceptamos
tal cual somos entonces estamos odiándonos.
El amor propio es mucho más que
fingir y decirles a nuestras amistades y familiares que nos hemos aceptado tal
cual somos…
Amarnos también implica perdonarnos.
Perdonar no es cuestión de justificar los malos tratos, si no de erradicar todo lo que nos estanca y no nos permite avanzar.
Perdonar es deshacernos del malestar emocional que nos genera resentimiento.
Perdonar es aprender a mirar nuestro pasado con otros ojos.
Amarnos nos lleva a la aceptación de la que a veces fallamos.
La vida ciertamente no es color
de rosas, es una gama extensa de bellos colores. Es mucho más que un final
feliz y para poder disfrutarla tenemos la obligación de aprender a
desprendernos de todo aquello que nos atrasa y no aporta nada bueno a nuestras
vidas ya sean personas, trabajo y malas actitudes con nosotros mismos, para
amarnos debemos de visualizarnos y poner en orden todo lo que queremos
proyectar en lo que hagamos, dejar de pensar en lo que quieren los demás y
recordar lo que nosotros queremos.
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